4. OBSOLESCENCIA DE FORMATOS
Ning¨²n formato, ya sea en soporte f¨ªsico o en fichero de ordenador, podr¨¢ reproducirse eternamente, y el final de algunos de ellos se ve venir. Desde los a?os noventa del siglo XX se ha producido un claro desplazamiento desde los formatos en soporte f¨ªsico, que almacenan contenido de modo espec¨ªfico en un medio f¨ªsico concreto, hacia formatos de fichero que almacenan contenido en forma de datos en un entorno de ordenador. Esta obsolescencia de formatos, acelerada por el mercado, nos obliga a reconocer que las oportunidades para preservar digitalmente el contenido en soporte f¨ªsico son escasas. M¨¢s all¨¢ de cierto punto, el mantenimiento de sistemas obsoletos de reproducci¨®n resultar¨¢ inasumible y ser¨¢ imposible acceder al contenido guardado en determinados medios.
El plazo real para reformatear digitalmente contenidos en soporte f¨ªsico puede ampliarse hasta cierto punto, si tomamos la precauci¨®n de aprovisionarnos de equipos, piezas de repuesto, manuales de instrucciones y accesorios cuya producci¨®n haya cesado ya o vaya a interrumpirse pronto, y si ponemos un cuidado similar en conservar las aptitudes necesarias para su mantenimiento y puesta en marcha. Ese tiempo variar¨¢ tambi¨¦n en funci¨®n del formato, pero en ¨²ltima instancia ser¨¢ finito. A fecha de 2016, la comunidad de la archiv¨ªstica audiovisual de todo el mundo acepta casi sin excepciones que tenemos entre 10 y 15 a?os para preservar digitalmente el contenido en soporte f¨ªsico que se encuentre en medios magn¨¦ticos. De hecho, para algunos formatos en soporte magn¨¦tico como el v¨ªdeo MII la recuperaci¨®n es ya pr¨¢cticamente imposible. Por tanto, hacia 2030 la digitalizaci¨®n de cualquier soporte, incluso los medios magn¨¦ticos m¨¢s comunes, puede estar fuera del alcance de la mayor¨ªa de los archivos. Para otros formatos los plazos temporales pueden ser m¨¢s largos o m¨¢s cortos.
Por lo que se refiere a los contenidos en fichero de ordenador, la obsolescencia del formato del soporte f¨ªsico, del sistema operativo, del c¨®digo espec¨ªfico o de los formatos de encapsulado de ficheros puede poner en peligro tanto los bits en s¨ª mismos como nuestra capacidad de interpretar su significado. Sin embargo, esos problemas son comunes a toda la industria moderna y por tanto resultan m¨¢s f¨¢ciles de afrontar que los propios de formatos audiovisuales espec¨ªficos, que evolucionan en funci¨®n de mercados de consumo especializados.