A efectos de la preservaci¨®n a largo plazo, los formatos de destino que emplean la reducci¨®n de datos (a menudo denominada, incorrectamente, ?compresi¨®n? de datos) no deben utilizarse cuando codificamos grabaciones originales anal¨®gicas o digitales lineales. Los llamados ?c¨®decs con p¨¦rdida?, basados en la codificaci¨®n perceptiva, dan lugar a la p¨¦rdida irrecuperable de partes de la informaci¨®n primaria. Los resultados de esa reducci¨®n de datos pueden sonar y parecer id¨¦nticos o muy similares a la se?al lineal no reducida, pero en un uso ulterior de esa se?al reducida de datos la probabilidad de que el contenido primario se degrade es mucho mayor.

Si bien en principio no nos oponemos a utilizar la compresi¨®n sin p¨¦rdidas (totalmente reversible), frente al ahorro en los costes de almacenamiento que conlleva hay que tener en cuenta el aumento del riesgo que supone no disponer en el futuro de las herramientas necesarias para decodificar los ficheros, o que estos ya no cuenten con el suficiente respaldo de la industria. Los esquemas de compresi¨®n de datos, tanto si tienen p¨¦rdidas como si no, producen corrientes de datos con mayor tendencia a peque?os errores de lectura que las corrientes con codificaci¨®n lineal, y por lo tanto es m¨¢s probable que el contenido de esas corrientes comprimidas sufra m¨¢s corrupciones causadas por esos errores que una corriente de datos con codificaci¨®n lineal.

Este principio archiv¨ªstico tambi¨¦n deber¨ªa aplicarse, siempre que sea posible, a las grabaciones originales creadas con la intenci¨®n de ser preservadas. Sin embargo, si el contenido que llega a un archivo se ha grabado en un formato reducido de datos no lineales, se debe preservar fielmente en su estado original.

Comentario:

La reducci¨®n de datos es una herramienta potente en la difusi¨®n de contenidos audiovisuales. Sin embargo, su uso para la preservaci¨®n es contrario al principio ¨¦tico de conservar la mayor cantidad posible de informaci¨®n primaria. La reducci¨®n de datos no permite restablecer la se?al a su estado original y, adem¨¢s, limita el uso ulterior de la grabaci¨®n debido a los artefactos que se generan al poner en cascada material codificado perceptualmente, por ejemplo, en la elaboraci¨®n de un nuevo programa que incorpore los sonidos e im¨¢genes originales.

Debido a la enorme cantidad de datos necesarios para almacenar se?ales de v¨ªdeo digital, se ha venido generalizando el uso de la reducci¨®n de datos para los formatos de producci¨®n. Lo ideal ser¨ªa que los formatos de codificaci¨®n no lineal se conservaran en su forma original. Sin embargo, cuando el formato de origen tiene un propietario, como el MiniDisc y el DVCAM (v¨¦ase IASA-TC 04, 5.5.12.1; IASA-TC 06) se nos puede plantear un problema grave. La informaci¨®n primaria de esas grabaciones se puede migrar, l¨®gicamente, a un formato compatible con la preservaci¨®n, o se puede conservar la codificaci¨®n original. Esta decisi¨®n vendr¨¢ a menudo determinada por las pol¨ªticas de preservaci¨®n digital de los archivos.