Una de las responsabilidades b¨¢sicas de un archivo es asegurar el acceso a la informaci¨®n a lo largo del tiempo. Para conseguirlo resulta esencial preservar la informaci¨®n, lo que respecto al material audiovisual exige cumplir con tres tareas relacionadas:

1. Es necesario preservar, en la medida de lo posible y mediante la aplicaci¨®n de buenas pr¨¢cticas, la estabilidad y la ¨®ptima legibilidad del soporte f¨ªsico que contiene la informaci¨®n. Esto vale tanto si guardamos la informaci¨®n de forma anal¨®gica como si lo hacemos de forma digital, en fichero de ordenador o de otra manera.
2. El sistema tecnol¨®gico necesario para acceder a la informaci¨®n (equipo de reproducci¨®n, piezas de recambio, programas inform¨¢ticos de reproducci¨®n o de migraci¨®n de formato, conocimiento experto, etc.) debe mantenerse o renovarse y debe tener capacidad suficiente para el tama?o de la colecci¨®n.
3. Cuando todav¨ªa sea posible el acceso a la informaci¨®n original deberemos poner los medios para transferir esa informaci¨®n a otros formatos de fichero de ordenador cuyo acceso pueda garantizarse, asegur¨¢ndonos de que la digitalizaci¨®n u otra recodificaci¨®n de los fondos no ponga en riesgo el contenido sonoro o visual y cualquier otra informaci¨®n relacionada.

Comentario:

Es posible encontrar ejemplos de buenas pr¨¢cticas de preservaci¨®n audiovisual en IASA-TC 05: Manejo y almacenamiento de soportes de audio y v¨ªdeo [Handling and Storage of Audio and Video Carriers] (2014), IASA-TC 04: Directrices para la producci¨®n y preservaci¨®n de objetos digitales de audio [Guidelines on the Production and Preservation of Digital Audio Objects] (Segunda edici¨®n, 2009), y IASA-TC 06: Directrices para la preservaci¨®n de grabaciones de v¨ªdeo [Guidelines for the Preservation of Video Recordings] (en preparaci¨®n).

El reto de asegurar el acceso sostenible a los formatos de fichero de ordenador a trav¨¦s de la gesti¨®n de datos digitales se encuentra en el coraz¨®n del archivo audiovisual contempor¨¢neo (v¨¦anse las. secciones 12 y 13).

Los avances tecnol¨®gicos consiguen a veces que un equipo moderno de reproducci¨®n anal¨®gica recupere de los soportes m¨¢s informaci¨®n de audio de la que era posible en el momento de la grabaci¨®n. Pero por ahora no sucede lo mismo en el caso del v¨ªdeo, que depende mucho m¨¢s del equipo original de reproducci¨®n. Las t¨¦cnicas modernas utilizadas para transferir v¨ªdeo anal¨®gico pueden mejorar la recuperaci¨®n de la se?al.

Por diferentes razones, algunos de los fondos conservados en archivos audiovisuales, o que les son ofrecidos a estos archivos, no son grabaciones originales sino copias. Pero a efectos de digitalizar y preservar hemos de considerar esas copias como originales, a no ser que podamos acceder a copias de generaciones anteriores, o que presenten alguna otra ventaja, a trav¨¦s de la cooperaci¨®n con otros gestores de colecciones (v¨¦anse las secciones 6 y 16).

Aunque la formaci¨®n y gesti¨®n de las colecciones quedan fuera del objeto de este documento, queremos comentar aqu¨ª ciertos aspectos ¨¦ticos y estrat¨¦gicos de la relaci¨®n entre un archivo y sus potenciales contribuyentes. El cambio tecnol¨®gico democratiza de manera creciente la creaci¨®n de contenido sonoro y audiovisual y aumenta la cantidad de formatos en los que se produce material. Gran parte de ese material puede, en alg¨²n momento, merecer un lugar en un archivo, y por los motivos arriba comentados, el formato en el que el contenido es creado o aportado puede influir significativamente en el uso posterior de ese material y su preservaci¨®n. Por ello es importante que quienes puedan hacer aportaciones a archivos ¡ªtanto productores profesionales como p¨²blico en general¡ª sean conscientes de las consecuencias de utilizar reducci¨®n de datos, c¨®decs de propietario u otros programas que afectan al contenido, descritos en las secciones 10 y 11.