5.2.9 Sistemas de dict¨¢fono
5.2.9.1??????La tecnolog¨ªa de grabaci¨®n de sonido ha sido comercializada y utilizada como una herramienta para el trabajo de oficina pr¨¢cticamente desde su creaci¨®n. Se pueden definir tres grandes categor¨ªas de formatos de dictado mec¨¢nico: cilindros, discos y cintas (ver 5.4.15 para los formatos de dictado magn¨¦ticos).
5.2.9.2??????Los primeros cilindros y sus equipos de grabaci¨®n destinados al uso de oficina fueron en general los mismos que los utilizados para otros fines, y las grabaciones resultantes est¨¢n dentro del est¨¢ndar de cilindros de 105 mm (4 1/8 pulgadas) de longitud (ver 5.2.4.3). Pero durante muchos a?os se introdujeron formatos de cilindro dise?ados espec¨ªficamente para uso de oficina, tanto Columbia (m¨¢s tarde Dictaphone) como Edison, produciendo ambas marcas cilindros de aproximadamente 155 mm (6 1/8 pulgadas) de largo con 160 y 150 surcos por pulgada respectivamente (Klinger: 2002). M¨¢s tarde, algunos cilindros para dictado fueron grabados el¨¦ctricamente, pero hoy se sabe poco o nada sobre la curva de pre-¨¦nfasis utilizada.
5.2.9.3??????Otros formatos de disco con surcos aparecieron sobre todo despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo el Voicewriter Edison y el Gray Audograph. Aunque muchos de estos formatos requieren un equipo especializado para reproducirlos, los discos flexibles de siete pulgadas Voicewriter Edison pueden reproducirse en un tocadiscos est¨¢ndar, utilizando un adaptador de eje de tipo americano y una aguja de microsurco. Las velocidades de grabaci¨®n de estos discos fueron en general inferiores a 33 1/3 rpm.
5.2.9.4??????A partir de la d¨¦cada de 1940 aparecieron varios formatos de grabaci¨®n en cinta. Eran esencialmente cilindros de pl¨¢stico flexible, colocados sobre un doble tambor para la grabaci¨®n y la reproducci¨®n. Quiz¨¢ el m¨¢s conocido de ellos sea el Dictaphone DictaBelt. Su flexibilidad permit¨ªa aplanarlos para el almacenamiento y env¨ªo como si fueran papeles de oficina, pero a menudo esto dio lugar a que los pliegues se volvieran permanentes, creando problemas para el ingeniero de reproducci¨®n. Se conoce un posible remedio basado en aumentar suavemente y con mucho cuidado la temperatura de la cinta y el equipo de reproducci¨®n, aunque la conveniencia de hacerlo depender¨¢, entre otras cosas, del pl¨¢stico usado en la cinta. Los formatos de reproducci¨®n de cinta requieren equipos especializados de reproducci¨®n.